REPORTAJES
Las manos que rompen la desmemoria
Se apaga el aliento de los oficios tradicionales en las aldeas gallegas. Dos mujeres representan la esperanza del legado de todo un pueblo.

Eladio Caramés muestra las llaves que abren el molino de Milagres en el municipio de Cerdedo-Cotobade. (Foto: Brais Lorenzo)

ALBA MOLEDO UCHA
Texto

BRAIS LORENZO
Fotografías
Eladio lanza un puñado de maíz a la rueda del molino en el que su familia ha molido durante más de un siglo. A unos 150 kilómetros, Celso se echa al hombro la coroza y recuerda los tiempos de una juventud alegre, pero marcada por la guerra. Saben que apenas quedan molineros ni coroceiros. Se apaga el aliento de los oficios tradicionales en las aldeas gallegas. Pero dos mujeres, en Merza y Berres, representan hoy, con orgullo e ingenio, la esperanza del legado de todo un pueblo, que también es el de sus familias durante varias generaciones. Elena Ferro, zoqueira, e Isabel Neira, torneira, ya han lanzado la semilla.